1- Disponibilidad de
nutrientes adecuados
Un
medio de cultivo adecuado para la investigación microbiológica ha de contener,
como mínimo, carbono, nitrógeno, azufre, fósforo y sales inorgánicas. En muchos
casos serán necesarias ciertas vitaminas y otras sustancias inductoras del
crecimiento. Siempre han de estar presentes las sustancias adecuadas para
ejercer de donantes o captadores de electrones para las reacciones químicas que
tengan lugar.
Todas
estas sustancias se suministraban originalmente en forma de infusiones de
carne, extractos de carne o extractos de levadura. Sin embargo, la preparación
de estas sustancias para su aplicación a los medios de cultivo provocaba la
pérdida de los factores nutritivos hábiles.
Actualmente,
la forma más extendida de aportar estas sustancias a los medios es utilizar
peptona que, además, representa una fuente fácilmente asequible de nitrógeno y
carbón ya que la mayoría de los microorganismos, que no suelen utilizar
directamente las proteínas naturales, tienen capacidad de atacar los
aminoácidos y otros compuestos más simples de nitrógeno presentes en la
peptona.
Ciertas
bacterias tienen necesidades nutritivas específicas por lo que se añade a
muchos medios sustancias como suero, sangre, líquido ascítico, etc. Igualmente
pueden ser necesarios ciertos carbohidratos y sales minerales como las de
calcio, magnesio, manganeso, sodio o potasio y sustancias promotoras del
crecimiento, generalmente de naturaleza vitamínica.
Muy a
menudo se añaden al medio de cultivo ciertos colorantes, bien como indicadores
de ciertas actividades metabólicas o bien por sus capacidades de ejercer de
inhibidores selectivos de ciertos microorganismos.
2- Consistencia adecuada
del medio
Partiendo
de un medio líquido podemos modificar su consistencia añadiendo productos como
albúmina, gelatina o agar, con lo que obtendríamos medios en estado semisólido
o sólido.
Los
medios solidificados con gelatina tienen el gran inconveniente de que muchos
microorganismos no se desarrollan adecuadamente a temperaturas inferiores al
punto de fusión de este solidificante y de que otros tienen la capacidad de
licuarla.
Actualmente
los medios sólidos son de uso universal, por su versatilidad y comodidad, pero
hay también gran cantidad de medios líquidos cuyo uso está ampliamente
extendido en el laboratorio.
3- Presencia (o
ausencia) de oxígeno y otros gases
Gran
cantidad de bacterias pueden crecer en una atmósfera con tensión de oxígeno
normal. Algunas pueden obtener el oxígeno directamente de variados sustratos.
Pero los microorganismos anaerobios estrictos sólo se desarrollarán adecuadamente
en una atmósfera sin oxígeno ambiental. En un punto intermedio, los
microorganismos microaerófilos crecen mejor en condiciones atmosféricas
parcialmente anaerobias (tensión de oxígeno muy reducida), mientras los
anaerobios facultativos tienen un metabolismo capaz de adaptarse a cualquiera
de las citadas condiciones.
4- Condiciones adecuadas
de humedad
Un
nivel mínimo de humedad, tanto en el medio como en la atmósfera, es
imprescindible para un buen desarrollo de las células vegetativas microbianas
en los cultivos. Hay que prever el mantenimiento de estas condiciones mínimas
en las estufas de cultivo a 35-37ºC proporcionando una fuente adecuada de agua
que mantenga la humedad necesaria para el crecimiento de los cultivos y evitar
así que se deseque el medio.
5- Luz ambiental
La
mayoría de los microorganismos crecen mucho mejor en la oscuridad que en
presencia de luz solar. Hay excepciones evidentes como sería el caso de los
microorganismos fotosintéticos.
6- pH
La
concentración de iones hidrógeno es muy importante para el crecimiento de los
microorganismos. La mayoría de ellos se desarrollan mejor en medios con un pH
neutro, aunque los hay que requieren medios más o menos ácidos. No se debe
olvidar que la presencia de ácidos o bases en cantidades que no impiden el
crecimiento bacteriano pueden sin embargo inhibirlo o incluso alterar sus
procesos metabólicos normales.
7- Temperatura
Los
microorganismos mesófilos crecen de forma óptima a temperaturas entre 15 y
43ºC. Otros como los psicrófilos crecen a 0ºC y los termófilos a 80ºC o incluso
a temperaturas superiores (hipertemófilos). En líneas generales, los patógenos
humanos crecen en rangos de temperatura mucho más cortos, alrededor de 37ºC, y
los saprofítos tienen rangos más amplios.
8-
Esterilidad del medio
Todos
los medios de cultivo han de estar perfectamente
estériles para evitar la aparición de formas de vida que puedan
alterar, enmascarar o incluso impedir el crecimiento microbiano normal del o de
los especímenes inoculados en dichos medios. El sistema clásico para
esterilizar los medios de cultivo es el autoclave (que utiliza vapor de agua a
presión como agente esterilizante)
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